Eh testificado el crecimiento de tu especie... fue agridulce,
eh vivido contigo las experiencias más hermosas y también las que me han sangrado el alma,
hemos sufrido...
Ahora contemplo la fractura de mis más profundos cimientos,
de la batalla constante por sobrevivir...
El cansancio se ha vuelto un cancer teminal, no encuentro consuelo...
Día a día, aún cuando tu duermes, sufro los ateques de tu insensibilidad,
cicatrices de una guerra en la que nunca quise participar, ¡si eres parte de mi!,
¡eres mi motivo!... eres mi existir...
Te encuentras ahora atentando contra ti mismo, ¡contra mi!...
contra mi que te ví crecer intentando evolucionar,
contra mi que te dí cobijo en mi manto estelar,
en la sombra del árbol, tu hermano... contra ti.
